La sociedad los cataloga como personas dañinas y que afectan a los demás. Y muchas veces son rechazados y tratados como si estos fuesen delincuentes o quizás enfermos mentales o proyectos humanos defectuosos, y condenados al aislamiento de ciertos grupos sociales, por el simple hecho de tener una preferencia similar a su sexo y definir su verdadera identidad.

"No me siento un monstruo, ni un Alien, ni un bicho raro, porque aprendí a ser feliz cuando entendí que uno debe ser feliz por lo que uno es no por lo que los demás quieren que tú seas". Así expresó "Jordy".

Homosexual son solo términos para nombrar a quienes tienen preferencias sexuales similares, pero pocos la usan, pues la mayoría de las personas utilizan seudónimos como ¨pájaro¨, ¨marica o maricón¨,¨mariposa¨, ¨loca¨ o para ponerlo mas fino y que se escuche mejor, usan la palabra ¨Gay¨, termino ingles, cuyo significado es ¨alegre¨.

Hay quienes desde niño comienzan a demostrar sus preferencias, pues en vez de gustarles los carros, el béisbol y la compañía de otros amiguitos, prefieren las muñecas, el juego de cocinas y la compañía de las vecinitas o compañeras del colegio.

Así expresa "titi" solo por así llamarlo por cuestiones de discreción.

"Desde pequeño siempre me gustó más jugar con niñas que con niños, y mi primer beso me lo dí con un vecinito a los 12 años y de ahí me di cuenta que sentía más con un hombre que con una mujer".

Una de las principales causas de la homosexualidad es la falta de madurez. En la pubertad, puede tratarse de un fenómeno transitorio; pero hay casos en que la homosexualidad se arraiga en la juventud.

La realidad demuestra que los homosexuales están afectados no solo en su faceta sexual, sino en todo su mundo emotivo. Pues muchos caen en depresión, tienden a tener problemas relacionales y psicológicos. Es difícil admitirlo, vivirlo y sobre todo declararlo públicamente, pues al hacerlo tendrá que asumir la discriminación por parte de la sociedad.

Cuando se le cuestionó a Jordy sobre su estado emocional, cuando le declaró a sus familiares su preferencia por los hombres, dijo: "Mis padres al principio no lo aceptaban, pero yo por mi parte no me sentí menos que nadie, ni mal, ni me entristecí por eso, porque se que no es tan fácil asimilarlo, y nada, me siento feliz con lo que soy".

"Me considero una persona con los pies bien puestos en la tierra y no me afecta en nada mi psicología, sé que nací hombre y voy a morir como tal, la única diferencia con los demás, es que no me gustan las mujeres y punto!".

Sin embargo otros temen salir del closet y quitarse la máscara ante la sociedad, y para maquillar su situación buscan una novia, o se van a otro país para desatar y sacar al aire su real identidad.

"Chuchy" nos cuenta como supera y acepta su condición.

"Yo siempre he estado consciente de mi inclinación, aunque tuve novia, nunca me sentí cómodo con una mujer. A los 17 años acepté mi condición definitivamente y no pude ocultarlo mas, ni engañarme, pues a esa edad tuve mi primera experiencia con un hombre, creo que fue la primera vez que disfruté mi sexualidad".

La gran mayoría de los homosexuales tienen en estos tiempos un nivel de autoestima elevado, son seguros de si mismos y viven una vida normal, considerándose personas capaces de vivir una vida como cualquier persona heterosexual.

Otros en cambio, al sentirse menospreciados, muchas veces carentes de afecto y aceptación de sus familiares y allegados, y que no se aceptan a pesar de su inclinación, tienden a convertirse en personas aisladas, depresivas y muchas veces toman la terrible decisión de quitarse la vida.

Cualquiera que haya conocido un poco de cerca el drama de una persona homosexual, sentirían a partir de entonces una comprensión y un aprecio especial por quienes sufren esta situación.