Siento que algo me reprime. Sobrevivo ante el mar de ideas imposibles o talves demasiado profundas y difíciles de entender.
Nado contra las olas del mar que golpean mi razón.
Y para colmo olvide nadar y tengo miedo a morir ahogada en este intento.
Mi corazón esta dentro de una cárcel donde no hay escapatoria, tratando de luchar contra el acero, por salir de esa celda ladrona de libertad.
Sobreviviendo ante absurdas ilusiones que cada día se acrecientan y yo cobardemente no se enfrentar la señora realidad.
Tengo miedo, miedo de mi, miedo de escuchar lo que no quiero oír.
Es demasiado fuerte ese shock de rechazo ante una verdad que tan mía, me va consumiendo y desintegrando cada parte del corazón que lucha por ganar esa batalla.
Si dijera el secreto que tengo guardado hace años, esa verdad que me roba el sueño y pone de guardián al insomnio, quizás recupere mi libertad. Pero la cobardía es intrusa, y siempre se interpone en medio del camino, buscando razones para impedirlo.
Como quisiera ser inocente de nuevo. A decir verdad, tener conocimiento de las cosas es complicado y yo aun no me entero del Por que.
Es precisamente el miedo, la causa de todo lo demás. Es el miedo el que nos hunde en el mar oscuro, lo que nos aprisiona en las cárceles de la mente. El miedo a expresar lo que guardamos muy dentro, el miedo de ser libres. El miedo nos produce ese insomnio del cual padeces. El miedo que tu misma describes y que incluso es miedo de ti misma.
Aunque cada tanto tiempo, todos caemos presa de ese miedo, quizá la solución pudiera ser tan simple que se defina en una palabra, corta pero poderosa: ¡VALOR!
eso es muy profundo,aun no te conosco,y realmente me emociona como escribes,me encantaria intercambiar ideas contigo.